En 1975 el economista venezolano José Antonio Abreu desarrolló un programa en Venezuela llamado Acción Social para la Música. Este programa cuenta con 250 centros de educación musical y cuya finalidad es utilizar una herramienta pedagógica fundamental como es “la música” con la finalidad de integrar a miles de personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad.
Este programa además de cambiar la vida de muchas personas, también cambia su visión hacia su comunidad, hacia su futuro y hacia todas las oportunidades que se les abren. Este programa cuenta con varios centros sociales donde aproximadamente cuentan con 1200 niños que acuden después de su horario escolar. En estos centros a los docentes no les importa el pasado de estas personas, sino que este método les sirva como una manera de resguardarse de sus problemas. Muchos de estos docentes se han formado en estos centros educativos y tienen experiencia sobre la situación en la se encuentran y vienen muchos niños a estos centros. Por tanto, estos docentes intentan que este método de enseñanza les sirva a los niños como una forma de evadirse de esa situación por la que están pasando y además les sirva para aumentar la autoestima y la autoconfianza en ellos mismos, así como una ayuda a vencer los problemas que tienen en su vida diaría. Además, tenemos que incluir que los alumnos que han mostrado un desarrollo y reconocimiento progresivo acceden a formar parte de la Orquesta Nacional.
Uno de los objetivos principales es que muchos niños estén fuera de las calles para evitar problemas de “mal aprendizaje” como el documental nombraba, refiriendo a estar en contacto con las drogas, la criminalidad,… que encontramos en las calles de Venezuela. Este contacto con la enseña musical empieza desde muy temprana edad, incluso muchos de ellos todavía no saben leer ni escribir, esta enseñanza proporciona a los niños un gran entrenamiento mental desde pequeños. Y además, se ejercitan habilidades como el lenguaje, la memoria, la conducta,… así como mejoran el estado anímico de estos niños y su relación con sus compañeros.
También este proyecto va dirigido a centros con niños con discapacidad donde a través de la enseñanza musical se consigue un desarrollo personal. En este proyecto se replantea el porqué un niño con sordera no puede dedicarse a la música y romper con el viejo paradigma de que para dedicarse a la música hay que tener buen odio, ya que todo ser humano tenga la discapacidad que tenga si se propone algo lo puede conseguir. El objetivo es encontrar el potencial de estas personas para que estas habilidades sirvan como un punto de apoyo para su posterior desarrollarlo.
Además, también va dirigido a centros penitenciarios donde el encierro en estos centros permite disponer de mucho tiempo. Esto supone dedicar muchas horas a muchas actividades como la música para poder realizar después una inserción en la sociedad donde la música tiene un papel resocializador. La música sirve también en estos casos como motivador en estos centros ya que el tiempo que estas personas pasan en sus celdas y la falta de libertad hacen que reduzcan su autoestima. Las clases constan tanto de ejercicios prácticos con instrumentos como clases teorías de solfeo. Es una buena oportunidad para entrar en el mundo de la música y poder plantearse metas y retos para continuar con estos estudios una vez que salgan de estos centros penitenciarios. Esto no quiere decir, que la finalidad de este proyecto sea de sacar músicos de las cárceles, sino que estas personas acepten ser educados para que tengan otra visión del mundo, donde la música puede tomar un papel fundamental en sus vidas, así como otra forma de ganarse la vida.
En definitiva, de esta forma se crea una manera de trabajar en grupo y como en todos los centros donde se desarrolla el proyecto, contribuyen en la formación de un arte como es la música de manera colectiva.
Este idea del sistema de orquesta esta llegando ya a Europa, concretamente el último país en llevar a cabo este proyecto es Italia donde este modelo servirá para realizar un programa musical.
Esta reciente Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Italia comenzará a impartir educación musical a niños y jóvenes de bajos recursos, en el Orfanato de la Piedad de Venecia, seguidamente en Nápoles, Roma, Florencia, Bari y Turín, etc.
No solo Italia sigue el modelo de la orquesta de Venezuela, sino son ya más de 25 países donde han sido creados programas de educación musical que siguen este modelo. Entre estos países se encuentran: Argentina, Australia, Austria, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Escocia, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Inglaterra, Jamaica, India, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Uruguay.
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