FICHA TÉCNICA
Ficha técnica
Director: Arancha Aguirre
Montaje: Sergio Deustua
Fotografía: José Luis López Linares, Carlos Carcas
Guión: Arancha Aguirre
Datos de interés
Calificación: todos los públicos
Duración: 80
Año: 2009
País: España
Distribuidora: López- Li Films
Productora: López- Li Films S.L
Sinopsis
La muerte del prestigioso coreógrafo Maurice Béjart en 2007 supuso una pérdida irreparable para el mundo de la danza, pero sobre todo, para los treinta y cinco bailarines internacionales que forman su compañía: el Béjart Ballet Lausanne. Obligados a mantener el nivel de su maestro para no desaparecer, los artistas preparan un nuevo espectáculo con ilusión, sacrificio e incertidumbre ante el futuro. Este documental sigue todo el proceso de creación y rinde un sentido homenaje a Maurice Béjart
ANÁLISIS Y REFLEXIÓN
Tras el nombre del “esfuerzo y el ánimo” se escode un largometraje que apasiona a través del movimiento de la danza, para hacernos disfrutar del recorrido de la escuela Bejar Ballet en Lausanne.
El nombre de esta sonada escuela de danza, hace homenaje a su fundador Maurice Béjart, bailarín y coreógrafo belga.
Bejart Ballet es una de las compañías de danza más importantes del mundo, en la que sus bailarines no se rinden en luchar unidos para continuar con lo que en sus orígenes esta escuela transmitió, tanto a sus miembros como al público.
Roman fue elegido como especial alumno por el propio Béjart, tras su muerte, para continuar con este legado que hoy es capaz de dejar huella en todo el mundo. Pero cabe decir que sin la voluntad y las ganas de superarse y de no desfallecer de los bailarines que componen esta escuela, todo ello resultaría inimaginable.
Los bailarines, al igual que muchos pintores o escultores son capaces de hacer arte. Ello no solo se debe a que el ballet reciba dicha etiqueta, sino sobre todo a quienes lo realizan. En estos casos hablamos de bailarines que a través de sus producciones artísticas en diferentes escenarios mundiales son capaces de llegar a un público, es decir, a la comunidad, para enmarcarse en el deseado espacio de la “alta cultura”. La danza se convierte en una forma de expresión artística y manera de representar el mundo, o mejor dicho se convierte en la libertad que dota de sentido al movimiento.
No obstante, no solo hablamos del arte como aquello que pueda transmitirse al público, también hablamos de la necesidad del educador para que justamente muestre su arte a los bailarines que también se disponen a aprender y disfrutar de él. En este sentido cabe decir que la danza es una rica herramienta educativa capaz de generar auto exigencia de quien ama el arte, e incluso el auto control seguido de la iniciativa cuando las cosas no salen.
El coreógrafo como bien se muestra en el documental, se guía de las palabras y de su ejemplo para alcanzar una base educativa de sus atentos bailarines. Repetidas frases como “así no” o “vuelve a intentarlo” ayudan al maestro a guiar a estos jóvenes aprendices.
El maestro parece conocer a la perfección qué y cuánto tiene que pedir y exigir en cada momento a sus alumnos. Quizá se deba a que un día el también fue alumno y aprendió del mismo modo que ellos lo hicieron. Por tanto, la jerarquía se deja de lado para pasar a hablar de niveles de destreza en mayor o menor grado que les lleven a alcanzar o al menos rozar la perfección. Cuando este gran paso, lejano aún para muchos, se consiga uno mismo será capaz de innovar y crear algo; pero para ello primero es necesario e imprescindible este desnivel entre educador y educando.
Independientemente de encontrarnos con los mejores profesionales y bailarines, necesitamos un entorno preparado para que todo esto consiga darse. Por tanto, hablamos de escuelas que alberguen a alumnos y ciudadanos demandantes de un arte desde sus butacas.
Con todo ello nos referimos a la confianza de un municipio que asegure a sus ciudadanos buenas producciones artísticas y buenos profesionales que las hagan.
El municipio no es algo aislado que no ejerce ningún papel para esta escuela, todo lo contrario. El municipio ejerce como motor para promocionar la cultura asegurando a su comunidad un sentido de pertenencia, donde así confluya una identidad compartida. Por ello, apuesta no solo por equipamientos culturales donde se represente grandes creaciones, sino también por buenas escuelas que traigan a los mejores bailarines del mundo.
Por otro lado, la ciudad consigue hacerse ver en el sentido en que termina siendo reconocida por algo; en este caso la danza.
Para finalizar con este análisis es importante destacar la educación como proceso individual para cada uno de los miembros de esta destaca escuela de danza.
Cada uno de los bailarines está consiguiendo gracias a su voluntad y esfuerzo formarse individual e integralmente en todos sus sentidos. Ya no solo como destacados bailarines que hacen bien su trabajo, sino como alumnos que se encuentran en un proceso educativo para aspirar no simplemente a ser, sino a ser mejor.
La relación de los bailarines con la danza no es algo muy diferente de la adicción de un sobrio por el alcohol. Estos bailarines aman y necesitan de su trabajo para sentirse mejor consigo mismo, llegando a están dispuestos a lo que sea.
El proceso educativo del que veníamos hablando anteriormente es un proceso largo donde la espera se hace enriquecedora en el sentido de crear seres pacientes y exigentes. Las metas siempre están ahí y si se consiguen, terminan por florecer otras nuevas. Es un hecho explicable ante la búsqueda de reconocimiento y cambio de auto concepto, pero sobre todo es un aprendizaje donde el propio alumno llega a ser lo que el mismo a buscado y luchado, su salto a la fama no es una cuestión de suerte.
Sin embargo, no debemos olvidar que el educador cumple un papel importante. Debe morir profesionalmente para que sus aprendices asciendan. Es así como deberá poner en práctica lo aprendido y como el alumno llega a convertirse en maestro.
Además es importante destacar que el profesor debe guardar cierta distancia para que otros emerjan, debe creer en los alumnos como seres capaces de crear cosas grandes para que puedan hacerles conectar con su realidad fundada en la danza.
Por último, me gustaría señalar que este documental a pesar de tener en cuenta la unión y la fuerza del grupo, plantea una cuestión un tanto polémica “los individuos van y vienen pero la comunidad siempre permanece”. Desde la educación social esto no puede plantearse así, el individuo no tiene menos importancia que un total, porque el individuo es lo que hace cambiar el total de la sociedad.
Para finalizar, no he podido evitar pensar en una de las películas que vi hace poco “Cisne negro”. No es que desde este film se reflejen todos estos aspectos de los que vengo hablando anteriormente, pero si se da uno en concreto: la auto-exigencia. Desde un punto de vista crítico y como bien se refleja en esta película, la obsesión de las personas hacia las cosas que aman, en este caso la danza, hacen llevar a los bailarines hacia extremos irracionales y con frecuencia hacia la autodestrucción. Es una película que muestra los estudios psicológicos de artistas destructivamente adictos a su arte, llevando al extremo la representación de la tensión mental derivada de la dura y exigente disciplina que se aplica dentro del mundo del ballet, sobre todo cuando quienes la han de soportar son jóvenes en un crítico periodo formativo.
Para concluir, me quedo con una de las frases que más me han llamado la tención de este documental
“hay que sacar al aprendiz de la selva para que se centre en el baile”
Es decir, no basta con dominar una técnica sino que hay que estar totalmente entregado.
Esta frase parece guardar cierta relación con la película “cisne negro” donde en su dialogo el profesor de baile dice a la aspirante de cisne negro: “La perfección no es sólo cuestión de control sino que se trata también de dejarse llevar”. Ese dejarse llevar no es otra cosa que entregarse a lo que en ese momento el bailarín está haciendo, es pues centrarse en uno mismo y en el baile.
El nombre de esta sonada escuela de danza, hace homenaje a su fundador Maurice Béjart, bailarín y coreógrafo belga.
Bejart Ballet es una de las compañías de danza más importantes del mundo, en la que sus bailarines no se rinden en luchar unidos para continuar con lo que en sus orígenes esta escuela transmitió, tanto a sus miembros como al público.
Roman fue elegido como especial alumno por el propio Béjart, tras su muerte, para continuar con este legado que hoy es capaz de dejar huella en todo el mundo. Pero cabe decir que sin la voluntad y las ganas de superarse y de no desfallecer de los bailarines que componen esta escuela, todo ello resultaría inimaginable.
Los bailarines, al igual que muchos pintores o escultores son capaces de hacer arte. Ello no solo se debe a que el ballet reciba dicha etiqueta, sino sobre todo a quienes lo realizan. En estos casos hablamos de bailarines que a través de sus producciones artísticas en diferentes escenarios mundiales son capaces de llegar a un público, es decir, a la comunidad, para enmarcarse en el deseado espacio de la “alta cultura”. La danza se convierte en una forma de expresión artística y manera de representar el mundo, o mejor dicho se convierte en la libertad que dota de sentido al movimiento.
No obstante, no solo hablamos del arte como aquello que pueda transmitirse al público, también hablamos de la necesidad del educador para que justamente muestre su arte a los bailarines que también se disponen a aprender y disfrutar de él. En este sentido cabe decir que la danza es una rica herramienta educativa capaz de generar auto exigencia de quien ama el arte, e incluso el auto control seguido de la iniciativa cuando las cosas no salen.
El coreógrafo como bien se muestra en el documental, se guía de las palabras y de su ejemplo para alcanzar una base educativa de sus atentos bailarines. Repetidas frases como “así no” o “vuelve a intentarlo” ayudan al maestro a guiar a estos jóvenes aprendices.
El maestro parece conocer a la perfección qué y cuánto tiene que pedir y exigir en cada momento a sus alumnos. Quizá se deba a que un día el también fue alumno y aprendió del mismo modo que ellos lo hicieron. Por tanto, la jerarquía se deja de lado para pasar a hablar de niveles de destreza en mayor o menor grado que les lleven a alcanzar o al menos rozar la perfección. Cuando este gran paso, lejano aún para muchos, se consiga uno mismo será capaz de innovar y crear algo; pero para ello primero es necesario e imprescindible este desnivel entre educador y educando.
Independientemente de encontrarnos con los mejores profesionales y bailarines, necesitamos un entorno preparado para que todo esto consiga darse. Por tanto, hablamos de escuelas que alberguen a alumnos y ciudadanos demandantes de un arte desde sus butacas.
Con todo ello nos referimos a la confianza de un municipio que asegure a sus ciudadanos buenas producciones artísticas y buenos profesionales que las hagan.
El municipio no es algo aislado que no ejerce ningún papel para esta escuela, todo lo contrario. El municipio ejerce como motor para promocionar la cultura asegurando a su comunidad un sentido de pertenencia, donde así confluya una identidad compartida. Por ello, apuesta no solo por equipamientos culturales donde se represente grandes creaciones, sino también por buenas escuelas que traigan a los mejores bailarines del mundo.
Por otro lado, la ciudad consigue hacerse ver en el sentido en que termina siendo reconocida por algo; en este caso la danza.
Para finalizar con este análisis es importante destacar la educación como proceso individual para cada uno de los miembros de esta destaca escuela de danza.
Cada uno de los bailarines está consiguiendo gracias a su voluntad y esfuerzo formarse individual e integralmente en todos sus sentidos. Ya no solo como destacados bailarines que hacen bien su trabajo, sino como alumnos que se encuentran en un proceso educativo para aspirar no simplemente a ser, sino a ser mejor.
La relación de los bailarines con la danza no es algo muy diferente de la adicción de un sobrio por el alcohol. Estos bailarines aman y necesitan de su trabajo para sentirse mejor consigo mismo, llegando a están dispuestos a lo que sea.
El proceso educativo del que veníamos hablando anteriormente es un proceso largo donde la espera se hace enriquecedora en el sentido de crear seres pacientes y exigentes. Las metas siempre están ahí y si se consiguen, terminan por florecer otras nuevas. Es un hecho explicable ante la búsqueda de reconocimiento y cambio de auto concepto, pero sobre todo es un aprendizaje donde el propio alumno llega a ser lo que el mismo a buscado y luchado, su salto a la fama no es una cuestión de suerte.
Sin embargo, no debemos olvidar que el educador cumple un papel importante. Debe morir profesionalmente para que sus aprendices asciendan. Es así como deberá poner en práctica lo aprendido y como el alumno llega a convertirse en maestro.
Además es importante destacar que el profesor debe guardar cierta distancia para que otros emerjan, debe creer en los alumnos como seres capaces de crear cosas grandes para que puedan hacerles conectar con su realidad fundada en la danza.
Por último, me gustaría señalar que este documental a pesar de tener en cuenta la unión y la fuerza del grupo, plantea una cuestión un tanto polémica “los individuos van y vienen pero la comunidad siempre permanece”. Desde la educación social esto no puede plantearse así, el individuo no tiene menos importancia que un total, porque el individuo es lo que hace cambiar el total de la sociedad.
Para finalizar, no he podido evitar pensar en una de las películas que vi hace poco “Cisne negro”. No es que desde este film se reflejen todos estos aspectos de los que vengo hablando anteriormente, pero si se da uno en concreto: la auto-exigencia. Desde un punto de vista crítico y como bien se refleja en esta película, la obsesión de las personas hacia las cosas que aman, en este caso la danza, hacen llevar a los bailarines hacia extremos irracionales y con frecuencia hacia la autodestrucción. Es una película que muestra los estudios psicológicos de artistas destructivamente adictos a su arte, llevando al extremo la representación de la tensión mental derivada de la dura y exigente disciplina que se aplica dentro del mundo del ballet, sobre todo cuando quienes la han de soportar son jóvenes en un crítico periodo formativo.
Para concluir, me quedo con una de las frases que más me han llamado la tención de este documental
“hay que sacar al aprendiz de la selva para que se centre en el baile”
Es decir, no basta con dominar una técnica sino que hay que estar totalmente entregado.
Esta frase parece guardar cierta relación con la película “cisne negro” donde en su dialogo el profesor de baile dice a la aspirante de cisne negro: “La perfección no es sólo cuestión de control sino que se trata también de dejarse llevar”. Ese dejarse llevar no es otra cosa que entregarse a lo que en ese momento el bailarín está haciendo, es pues centrarse en uno mismo y en el baile.
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