lunes, 28 de mayo de 2012

Escuelas antiautoritarias


Hoy en día la mayoría de los niños se encuentran enmarcados en un espacio educativo de iguales características. Al margen de las diferencias culturales y las propias tradiciones, la escuela presenta un mismo patrón universal donde el profesor enseña al alumno.
La fijación de horarios, rutinas, espacios vetan la posibilidad de un cambio que se hace urgente en el sistema educativo, y en el modo de entender la enseñanza si tenemos en cuenta el fracaso escolar que estos niños vienen sufriendo desde hace décadas, independientemente del país en el que se encuentren. El fracaso escolar viene emparejado del fenómeno absentismo escolar que cada vez se hace más sonado mundialmente.
Actualmente luchamos por una educación pública y de calidad, pero se nos olvida algo. Para que esa educación sea pública nos debe de llegar a todos. También deberemos luchar por nuevos métodos que consigan que los niños participen voluntariamente en su proceso educativo.
Anarquistas como Tolstoi ya hablaban de la alternativa a la enseñanza tradicional basándose en la libertad del alumno para asistir o no a clase, en la eliminación de deberes donde el profesor se convierte únicamente en una figura de motivación para los niños a partir de sus intereses.

Bien, iré mucho más allá... las escuelas antiautoritarias como la de Summerhill aspiran hacia ese cambio del que veníamos hablando anteriormente.
La falta de programación de las actividades en las escuelas creará niños libres y autónomos donde irán a las escuelas por motivación y no por obligación. No podemos construir escuelas o formular líneas pedagógicas en un centro sin conocer a quienes allí habitarán. Debemos partir de una realidad, y la realidad hoy por hoy es conseguir una motivación que se ha perdido al relacionar escuela con deber. Dejémosles esa capacidad de decisión, de participación y responsabilidad para que crezcan.

Os dejo un video de la escuela de Summerhill:




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